INAUGURACIÓ: DV IV DE JUNY 2010, 20,30 h
EXPOSICIÓ: del 4 al 20 Juny (9 a 21 h)
CASA CONSITORIAL, Pl. de l'Església, 26
Maravilla Sáez, ceramista, no sols és deessa de l’argila i del foc que bufa i fa volums amb dits i mans, sinó que és boueta, tal com la vam veure recitar a Vandebous el maig passat. Els seus textos sovint magnifiquen els atuells ordinaris, per exemple, una safata esdevé poema corpori: “Descubrid que el horizonte no es una raya lejana”. Avui ens sorprendrà amb una sèrie de EX LIBRIS IMPOSSIBLES. Els ex libris sorgeixen amb la impremta, per tant és una tradició que ens parla des del Renaixement i l’humanisme, des de quan els llibres eren com són, abans que la revolució digital inventi els seu nou llenguatge hipertextual. Ens agradarà comprovar quines meravelles ens presenta Maravilla. No ens ho perdrem.
En la seva web en construcció, http://www.maravillasaez.com/ , serpenteja el temps pastós amb aquests mots:
Mi nombre es Maravilla Sáez. Soy escultora ceramista. Me dedico a intentar descifrar las múltiples facetas de la existencia y dar fe de ello dialogando con hermana materia: barro, es decir, tierra arcillosa, hidrosilicato de alúmina (Al2 O3 Si O2 H2O) que una vez debidamente sometida a altas temperaturas se convierte en lo que se ha dado en llamar cerámica, técnica antigua que como la agricultura ha utilizado nuestra especie desde tiempos remotos. De este diálogo en el que intervienen la materia (que podríamos definir como puré o detritus de nuestro planeta), la energía del fuego y mis neuronas y manos aquí y ahora, surgen variadas criaturas, objetos u obras de arte que constituyen un reguero de huellas humanas, otras más, que dan testimonio de un sentir y ver en un tiempo determinado en el que me ha tocado vivir. Huellas: quizá deformados espejos de nuestros fantasmas y nuestros sueños. Huellas: quizás palabras -¡ojalá!- que sirvan de acercamiento. Últimamente combino la cerámica (tierras de baja y alta temperatura, gres, refractarios y porcelana) con material de reciclaje o desecho ( lo que podríamos llamar puré o detritus de nuestra civilización de consumo) aunando así como materia prima dos productos de la erosión: la natural y la de la civilización. Puede tomarse como lícito oportunismo (usar lo que está al alcance de la mano) o como crítica o forma de resistencia ante un estado de la situación.
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