ESTOL DE PAPALLONES DE PAPER QUE BAIXEN DEL PI AXIAL |
MIQUEL ÀNGEL MARÍN EN ACCIÓ |
Trobem un bloc interesantíssim
sobre la performance: http://lasposterioris.wordpress.com/
És un projecte de registre
múltiple, debat i difusió de l’art d’acció, per deixar constància a través d’un
arxiu que alhora sigui material d’estudi i plaer. La performance com a inici i
no com a fi. L’art d’acció genera fissures que permeten elaborar noves
significacions i explorar físicament l’espai del sensible i del pensable,
treballar les seves possibilitats a posteriori. Després de l’acció. A partir de
l’acció. A través de l’acció.
Una forma de descripció densa (http://lasposterioris.wordpress.com/sobre-nuestros-formatos/) basada en
el registre multimèdia. Permet la deconstrucció radical de l’obra enregistrada
i la producció d’obres autònomes, encara que derivades. I discussió i anàlisi de
les obres i els seus contextos:
El sentido del arte de acción que nos interesa se
halla en buena parte en la desmaterialitzación de la obra artística –en tanto
objeto o espectáculo escénico comercializable. En ocasiones, el documento
resultante del registro deviene la verdadera obra, y es con ella
re-materializado, devuelto a su condición de objeto fetiche. Nuestra apuesta
radica en multiplicar los registros y ofrecerlos en licencia Creative Commons,
que permite que sea compartida y que exige que los derivados sean bajo la misma
condición. http://lasposterioris.wordpress.com/presentacion/
Com a mostra el
document: Llorenç Barber, l’apoteosi de l’escolta(r):
http://lasposterioris.wordpress.com/2014/07/14/1496/
Celebrem una iniciativa
sàvia i lloable.
Seguit copiem la
descripció de la Festa de la Boca, exemple de descripció densa, que si aneu a
la font, veurem il·lustrada amb molta documentació fotogràfica:
NIGELLA I MIQUEL ÀNGEL MARÍN |
III FIESTA DE LA BOCA. EL CANT DEL CANTÓ
La Fiesta de la Boca se celebra la tarde del 14 de junio de 2014; es un evento que nace tras el encuentro entre El
Cant del Cantó (Montserrat Palacios y Llorenç Barber) y su vecino, el poeta y
profesor Antonio Méndez Rubio, y que se celebra en el gran jardín de los
primeros, en la urbanización de La Canyada, cerca de Valencia. Es su tercera
edición, y cuenta con una plétora de invitados de distintos orígenes y
disciplinas, pero todas ellas relacionadas con la boca. El evento tiene lugar desde las siete de la tarde a
las once de la noche, la hora en la que los vecinos exigen nuestro desalojo
sonoro. En el cartel se anuncian una treintena de participantes, algunos de los
cuales son grupos. Las pautas dadas para participar en la maratón son de
libertad completa: se pueden hacer tantas acciones como se quiera, siempre y cuando
en total no superen los 7 minutos, poco, más o menos. No todos respetarán la
norma. Para organizar este evento no hay ningún tipo de financiación: a la
puerta se cobran 3 euros, pero nadie cobra nada por su trabajo.
Llegamos a las 19:45 y todavía no ha empezado: tardará
otra media horita. El espacio es un jardín precioso, con altos árboles, una
zona de huerto familiar, múltiples espacios autónomos y la casa de los
organizadores. Hay servicio de bar, con deliciosas especialidades mexicanas (el
país de origen de Montserrat) y una mesa de publicaciones especializadas a la
venta. Entre el público hay muchas familias jóvenes con hijos pequeños. Estamos
realmente en una fiesta popular, nada sectaria. Todo lo que se hace y dice
forma parte de esa fiesta, y por ello a continuación se narran las diversas
actividades hasta las 11 de la noche, en la que el cronista tiene que partir.
Por encima del valor individual de cada acción se trata de una fiesta, de una
sesión que funciona como Obra de arte total, en la que importan los contrastes,
la riqueza en la diversidad en las prestaciones. Algunas de ellas no suponen
una aportación estética original por sí mismas, sino en relación al todo, como
un complemento a la idea de la “Fiesta de la Boca”.
Montserrat
Palacios presenta la Fiesta de la Boca, flanqueada por
Llorenç y Antonio Méndez. Agradecimientos, bienvenidas, pautas y explicaciones.
Nos informa por dónde entrar al baño y en qué zona se puede fumar (para evitar
incendios). Todo es muy normal, no hay ningún formalismo. Palabras también de
Llorenç y de Antonio, que dice, entre otras cosas, que todo es poesía menos la
poesía.
PAPALLONES DE PAPER |
La segunda acción es de El hombre viento, un cantante de hip hop. Aparece en escena: muy
musculado, rapado, barba corta bien arreglada, con una camisa polo azul y gafas
oscuras. Se sienta en un taburete con las piernas muy abiertas, abre un
ejemplar de La Razón. Una grabación
recita un poema de contenido político. El artista, de forma teatral, hace
gestos agresivos y toma el personaje de lector de (extremas) derechas: “¡Estos
rojos! ¡Siempre jodiendo!…”. Termina la grabación, se levanta, sale de escena
caminando exageradamente. Sale también del recinto… Poesía-poesía recitada,
nada de rap.
El tercer participante es el poeta Xavier Caballero, organizador de cierto festival veterano. Xavier debe
tener unos 60 y tantos años, calvo con corona y barba blancas. Viste camisa
gris de manga corta, piratas negros, sandalias de piel y calcetines
rojos . En su primera acción propone un homenaje a La Canyada, que es el
lugar que nos acoge. Siempre en tono coloquial, saca un trozo de caña de una
maleta y pita. Cita a Pascal: “El hombre es una caña pensante”. Atribuye el
espíritu a la caña… y por algún revés del discurso que no entiendo reparte
globos para que los inflemos y los hagamos circular sobre nuestras cabezas. El
espacio lleno de globos es el espíritu, entiendo.
Su segunda acción parte de un trabajo de Tristan
Tzara. Toma un ejemplar de, dice: “la prensa cochina, capitalista y burguesa” y
se dispone a hacer trocitos lo más pequeños posible. Los va dejando caer en el
suelo. Pide dos voluntarios para que le ayuden. Cuando le parece suficiente
toma un fragmento y lo lee, diciendo estar leyendo el pasado: se trata de un
texto sobre las ayudas a la banca. Tras ello saca de su bolsillo otro fragmento
que tiene preparado desde hace días, dice: se trata de una viñeta de El Roto del día anterior (13 de
junio), en la que la figura de Cervantes reza: “Buscad mis huesos por las
cunetas, donde acabaron muchos de los mejores”. La solidaridad es completa. Sin
embargo, a menos que nos equivoquemos la pieza de Tzara consistía en recortar
palabras del periódico y leerlas al azar.
Una tercera acción de Xavier Caballero: se propone
hacer un poema-magia al estilo brossiano. Escribe un número 8 en una hoja de
papel. Con la magia quiere transformar el 8 en arte. Pide una voluntaria. Una
chica aguanta el papel cara al público. El artista se pone guantes blancos,
hace unos pases mágicos, tapa el ocho con un pañuelo… Cuando lo destapa, cambia
la dirección de la hoja de papel y el 8 se convierte en un ∞.
GLOBUS |
La siguiente intervención corre a cargo de Irene / Nigella, que recita un poema de Agustín García Calvo. De
Irene es también la instalación que cuelga de las ramas del pino: una serie de
grandes libros (catálogos del IVAM, según parece, no sabemos cómo se han
conseguido) colgados por el lomo y semiabiertos como pájaros. Hay, además,
algunas escaleras rústicas, de cuerda y con escalones hechos con ramas. Se
trata de fragmentos del poema “59” de Canciones
y soliloquios. Acompaña la lectura el clarinete aéreo de Miguel
Ángel. Y una tercera persona, una chica (no entendí los nombres, lo siento), se
aúpa con ligereza a lo alto de la copa. Verlos trepar es un espectáculo en sí
mismo. Un espectáculo que nos dificulta seguir la complejidad del texto, que
dispersa nuestra atención. El tema del poema es el árbol. Desde las alturas,
los escaladores cómplices dejan caer de vez en cuando pequeños puñados de
mariposas de papel, que giran lentamente antes de precipitarse sobre los
espectadores.
Una vez despedida la rapsoda, Miquel Ángel Marín aprovecha para hacer desde lo alto una pequeña
pieza. Lo presenta Llorenç, llamándole “Hombre caracol” y destancando su gusto
por el riesgo, su capacidad para producir sorpresas, su carácter de
clarinetista clásico y experimental a la vez, capaz de realizar, por ejemplo,
ejercicios de hiperventilación. Habla de la relación deshumanizadora con el
instrumento y etc. Miguel Ángel toca desde su rama, a la caída de la noche.
Empieza con un ejercicio de voz: primero como imitación del sonido del
clarinete y después como una parodia del bel canto, gestualizando todos los
tópicos de la canción lírica. Es un trabajo humorístico que produce risas entre
el público. A continuación acomete una improvisación con su clarinete, mientras
el vecino de al lado boicotea nuestra fiesta con clásicos de Pet Shop Boys.
Mientras bajan a Miguel Ángel, Llorenç hace como que
no pasa nada. Cuenta cómo en El País del 13 de
junio, un día antes, Rosa Solá se quejaba de la crisis de
la ópera en Valencia: “Vamos a entrar en la
mediocridad”. Para esta gente huir de la mediocridad, dice Llorenç, es traer a
los más caros del mundo, y anima a las instituciones a que contraten a nuestro
clarinetista para interpretar las arias.
Baja también la chica escaladora, visto y no visto.
La siguiente acción es de Bano, intérprete de Urano Players. Su trabajo es también
un recitado, sin parafernalia ni ritmos hip hop. El poema es una sarcástica loa
al pollo como alimento en tiempos de crisis.
Cinco chicas y un chico (no comprendo quiénes son)
leen textos con energía. Desde mi situación no entiendo lo que dicen, pero
suena bien. Creo que es gente vinculada al conservatorio. De todos los
lectores, el señor es el más histriónico, el que gesticula más. Mientras tanto,
no deja de sonar la música del vecino por encima de las voces o las músicas de
nuestra Fiesta. De una en una, las intérpretes abandonan el grupo y se internan
entre el público. Es un concierto hablado. Mientras los lectores se dispersan y
acaban desapareciendo, una chica baila en el escenario. La bailarina canta o
tararea algo. Cada vez está más oscuro, ya he dejado de hacer fotos. Las
lectoras vuelven al escenario y ahora, de espaldas al público cantan con la
bailarina.
Jesús Ge se queja de
los políticos. Recita un poema titulado “Digo Diego”, que comenta a partir de
una afirmación cínica de Esperanza Aguirre (“Miente quien diga que hemos hecho
recortes en educación”) u otra del ministro Wert (“No se aumenta el número de
alumnos por aula: se flexibiliza”). El poema juega con el refrán (“Donde dije
digo, digo Diego”), introduciendo repeticiones, pequeñas variaciones y
aliteraciones (“muero, niego, luego, fuego, suelo…”). Como se ve, las alusiones
al contexto político son abundantes a lo largo de la velada, hay una
complicidad en ello que posiblemente irrita al vecino de la música.
Baja el escalador y recoge todas las cuerdas.
Otro rapero recita un poema titulado “Mariposas”.
Se hace una pausa para conectar las luces y desplegar
una pantalla para las proyecciones. Puesto que hay algunos problemas técnicos
con la luz, la gente aprovecha para comer algo en el bar. Queda todavía mucha
gente y se puede alargar. Los organizadores hablan con el vecino y llegan a un
acuerdo: él bajará el volumen de la música a cambio de que a las once se apague
la amplificación (como veremos va a ser bastante difícil, aunque yo me ausenté
y no sé cómo acabó la cosa).
Se reinicia la sesión con una pieza muy discreta, no
anunciada, que percibe muy poca gente. Se oye el pálpito de un corazón que
cambia de ritmo. Mientras, Se oyen ranas y un señor habla en francés al
teléfono. Se enciende una luz junto al tronco del gran pino y alguien tira un
cubo de agua sobre una chica (ahora me doy cuenta de que tenía una luz roja
intermitente). La chica está sentada. Se deja caer de lado, como desmayada. Es
una cosa teatral que no llego a entender.
Se proyecta un vídeo. El título es “A todos vosotros”.
Se oye una musiquilla bastante convencional, como de hilo musical, y se ven
imágenes de bocas en primeros, primerísimos planos y planos detalle. Una chica
descalza que dice estar muy nerviosa lee un poema tristón, melancólico, en el
que muestra su afecto por personas que, entiendo, están presentes. Es también
un homenaje a madres e hijas, un poco cursi. Tras el poema canta una canción
ligera, como una suerte de karaoke. Acaba dando las gracias y diciendo que nos
/ les quiere mucho. No entiendo. El vídeo es sencillo pero está currado: bocas
de hombres y mujeres, de bebes y ancianos, con sonrisas anchas, labios prietos,
en perfil, en tres cuartos, con barbas, expresivas, con lengua, abiertas, con
buena dentadura, con chupete, de pareja, trío, grupo; con objetos, con manos,
mordiéndose la lengua o el labio, bebiendo, haciendo morritos, con babas,
mamando, chupándose el dedo…
Domingo
Mestre aporta
su grabación del ensayo de Llorenç Barber en el Teatro Principal, donde recientemente
participó en el Festival Ensems con la Banda Sinfónica de la Sociedad Musical
La Artística de Buñol (ver en esta misma web).
Bartolomé
Ferrando propone un ejercicio de anti-magia, siguiendo
con el ejemplo de Xavier Caballero. Haciendo un uso irónico de toda la
parafernalia de la magia clásica, hace salir a Fuencisla Frances para que le
ayude. Pone una manzana sobre un taburete, la ayudante la cubre con un pañuelo,
etc., y cuando la descubre la manzana sigue en su sitio.
Otra proyección juega con el concepto de “Fiesta de la
Boca”. Se trata de una grabación del “habla” de una niña de un año, es decir,
del habla en su momento presimbólico, casi el grado cero de la expresión oral
de la boca. Una muestra de art brut (sonoro) de
tres minutos y medio, propuesto por Nelo
Vilar.
En este momento me tengo que ir: són más de las once,
faltan otras proyecciones y más gente pide hacer uso de la amplificación. ¿Cómo
acabaron las cosas con los vecinos?
La Fiesta
de la Boca es un evento divertido, simpático, en el que el arte
deviene popular, en el que hay un amateurismo amistoso en el aire que oscila
entre la banalidad y la utopía. ¿Cómo valorar estéticamente este evento? Sea
como sea, se trata de una toma de partido por el polo dominado del campo
artístico, una fiesta que no necesita la legitimidad de instituciones ni de
críticos, y que por tanto es también un manifiesto ético-estético.
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