dijous, 16 d’octubre del 2008

ORLANDO GUILLEN, ANTÒLEG DE POESIA CATALANA. ENTREVISTA


Orlando Guillén en Barcelona
Sonia García García

Orlando Guillén, poeta mexicano, nació en 1945. Entre otros libros es autor de Versario pirata, Rey de bastos y El costillar de Caín. De 1999 a 2004 ha completado la antología Doce poetas catalanes del siglo XX, que el jueves 9 presentó en la BiblioMusiCineteca de Barcelona en su edición virtual y en la que ha invertido alrededor de 30 años. Se trata de libros de poesía traducidos al castellano en circunstancias lo mismo favorables que desfavorables; a veces incluso a la luz de las velas y forzado a escribir a mano. Llegó a Barcelona por primera vez en 1977 y desde entonces vive entre dos patrias. En 1998 el ayuntamiento de Jalapa, Veracruz, le otorgó una beca por un año que fue definitiva para la conclusión de esta antología.

Escritor, periodista y dramaturgo, ¿qué más define a Orlando Guillén?
La pasión por la poesía o el intento de ser un hombre completo, y por lo tanto siempre en proceso creador, pasional y enamorado. Todo esto y lo que contiene tu pregunta, y la muerte, el amor y el sueño, y la vida carnal y espiritual se resumen en lo que realmente soy: un poeta.

¿Cuándo empezó a traducir a los poetas catalanes?
Prácticamente desde que llegué. Tuve la fortuna envenenada de enamorarme simultáneamente de una catalana y de su idioma. La pell i alguna cosa més d’aquesta dona i La pell de brau d’Espriu, te lo digo en esta lengua, fueron la horma de mi zapato espiritual catalán, porque mi pie humano y mexicano ya venía deforme y formado. Con Espriu comencé este trato con la poesía catalana que acabará sólo cuando me muera.

¿Qué significado tiene esta obra?
Muchos. El más importante: dar a conocer con libros enteros de sus clásicos del siglo pasado, en una lengua vehicular de alcance universal como la nuestra, una poesía ibérica silenciada y perseguida y en consecuencia apenas conocida, que cuenta sin embargo mérito propio como la que más en el concierto creador y espiritual europeo. Para la lengua castellana constituye un deslumbramiento en lo inmediato y un enriquecimiento espiritual en el tiempo sucesivo.

¿Quién es el poeta que más le ha influido?
De mi lengua, Quevedo muy probablemente. O a lo mejor Darío.

¿Cuál es su poeta catalán del siglo XX preferido?
Carner, que es el más grande de los músicos del idioma catalán, comparable a Darío en castellano; o quizá Vinyoli, cuya aventura de sabiduría rezuma y trasciende a Rilke y siendo profundamente original es cercana ¿paradójicamente? lo mismo a Llull que a Quevedo.

¿A cuántos poetas ha traducido? No han sido poemas, han sido libros ¿no es verdad?
Los autores de este volumen son quince. Pero he traducido y todavía están inéditos Los frutos sabrosos de Carner, los tres libros de Ferrater (o sea: su obra poética completa), El conde Arnau de Maragall y una amplia selección de los Dimonis de Verdaguer; y de los poetas vivos, a Dolors Miquel y a Enric Casasses.

Casasses señala que «Doce poetas» es monumental, panorámica y de vida, ¿por qué?
El carácter monumental se lo da el criterio de representar a los autores por libros enteros. Es panorámica porque ofrece precisamente un panorama de la poesía catalana del siglo XX por autores imprescindibles y se completa con una muestra crítica relacional bastante autosuficiente, y con una “Noticia de la poesía catalana”, un ensayo general a modo de epílogo de Enric Casasses. Y es de vida porque una obra así justifica una vida, y porque a este trabajo he dedicado gran parte de mi tiempo productivo en los últimos 30 años.

¿Cuántas páginas tiene esta antología?
Es bilingüe, así que tiene como dos mil.

¿Qué editorial la publicará? El Fondo de Cultura Económica y el Institut Ramon Llull, ¿qué papel juegan en esta historia?
Los tratos son actualmente con la editorial Bruguera. El FCE iba en principio a publicar la obra, pero la boicoteó por motivos extraliterarios, de persecución por mi opinión. Un crimen mexicano. El Ramon Llull es institucionalmente el responsable de la difusión internacional y el apoyo consecuente a este tipo de obras, y eso es lo que hace, aunque no siempre sea tan contundente como debiera.

Antes escribió el libro La estampida de los hipócritas, con el que cerraba su defensa de la poesía catalana en México. Hábleme brevemente de esta etapa.
Te hablaré del libro. De su parte literaria prefiero que otros opinen. «La estampida» está presentada en formato jurídico ante la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos contra el Estado mexicano por violación sistemática de mis derechos de persona, de escritor y de ciudadano. Es un libro en defensa de la poesía catalana del siglo XX y por la aparición inmediata de «Doce poetas catalanes del siglo XX»; es una documental pública de un crimen de Estado y de particulares con instrumentos del Estado: la crónica fehaciente de la persecución de un escritor hasta la muerte civil en México. La persecución de un escritor ante quien sin embargo perdieron... Es un libro mexicano de la poesía catalana en nuestra lengua y va mucho más allá de Fox y su gobierno; muestra por la entraña la corrupción y la impostura históricas de la élite del poder cultural mexicano. En estas condiciones dejé las cosas en manos de la justicia internacional. Una justicia internacional que, por su parte, hasta ahora no ha hecho nada. A ver si no es como la mexicana... Eso es lo que importa. Lo demás son pendejadas.

La situación mexicana se ha deteriorado de una manera importante. ¿Cómo la ve desde aquí?
A partir del fraude electoral que impuso a Felipe Calderón, el precario poder de este presidente formal se ha sostenido en la militarización de control de las desaveniencias sociales disfrazada de guerra al narcotráfico, cuando cualquiera sabe que la narcopolítica es hoy tajada empresarial y ejecutiva floreciente. En cuanto a la privatización del petróleo, es un caso de traición a la patria de la clase política en el poder en su conjunto, que incluye a los grandes partidos, en nombre de los bestiales negocios de unos cuantos y en beneficio de las trasnacionales petroleras.

Hablando de México... Sé que es un tema doloroso, pero respecto a la autoinmolación de su hermano ¿por qué cree que lo hizo?
Mi hermano Ramiro era un defensor de los derechos humanos idealista e ingenuo, pero de una gran honradez. Se inmoló por aquello en lo que creía, en protesta por la obstaculización de la justicia por las autoridades.

¿Incurrieron en negligencia las autoridades mexicanas?
Desde aquí no tengo elementos suficientes para saber hasta dónde o simplemente para saberlo. Me ha hablado dos veces el gobernador de Veracruz, con quien he sostenido una relación “cordial” desde mi juventud, hasta donde puede serlo entre un político y un poeta. Conozco pues de primera mano la versión oficial. Me llegan las versiones de mi familia permanentemente, y todavía hay muchas dudas, y también me llegan las versiones que circulan. Este es un caso que debe esclarecerse. Por el momento, prefiero mantenerme atento pero lejano. No seré yo quien haga retórica con la muerte de mi hermano. Bastante tengo con mi propio dolor.

¿Esta acción entra dentro de esta ola de creciente violencia en el país?
No de manera directa. La violencia de hoy en México es un resultado de la miseria de las grandes mayorías o es producto del enfrentamiento entre el cártel favorecido por el gobierno federal de turno y las bandas rivales, o de ambas con el ejército y las policías militarizadas..., y por sí misma la que genera la presencia del ejército fuera de los cuarteles.
¿Volverá a México o vive en exilio forzado?
Voy y vuelvo a y de México cuando es pertinente. Nunca he tenido problemas por eso. Pero actualmente, además de mexicana, toda mi familia es española: mi esposa de nacimiento y mis hijos porque a ello tenían derecho y lo son, y yo mismo he cubierto ya todos los trámites para ello y en cualquier momento juro la constitución española.

¿De qué vive?
De mi familia, de mis amigos, y del aire que nos besa la pelona. ¡Y todavía hay quien desde la desfachatez de la barriga llena institucional se atreve a sugerirme que, para facilitar la aparición de «Doce poetas», renuncie yo a mis derechos sobre ayuda a la traducción! ¡Habrase visto!

¿Qué necesita?
Todo y nada. Trabajo, y que ese trabajo no me ocupe el tiempo de mi trabajo creador.
http://argentina.indymedia.org/news/2008/10/632188.php
FOTO: JA, MÀSCARA, Llunàtica 08